¡La experiencia lo es (casi) todo! Incluso a la hora de dispensar.
El componente está listo, los procesos de producción armonizados, se inicia la producción - pero el resultado: Pobre La causa: el proceso de dosificación.
El cordón de dispensación se interrumpe, la cantidad aplicada no es la correcta, hay desviaciones en el contorno o burbujas en el material. ¿Por qué? Desarrollar un proceso de dosificación que se adapte de forma óptima al proyecto implica algo más que "configurar" un sistema de dosificación con los parámetros adecuados. La experiencia y los conocimientos son insustituibles en este caso.
Los procesos de pegado y encapsulado eficientes y personalizados tienen una gran influencia en el funcionamiento sostenible de los componentes electrónicos. Incluso las más pequeñas desviaciones o inhomogeneidades durante la dosificación y el encapsulado pueden perjudicar considerablemente la calidad y la vida útil de los componentes. ¿Y quién quiere arriesgarse con una batería de coche? ¿Con un taxi aéreo? ¿Con sensores para la conducción autónoma? ¿O incluso con un marcapasos? Los fallos en este ámbito no sólo suponen costes elevados, sino que también dañan la reputación y, sobre todo, pueden poner en peligro vidas humanas.