GARANTIZAR UN FUNCIONAMIENTO SEGURO

Con «aislamiento» se denomina el revestimiento total o el relleno de piezas electrónicas con resinas de moldeo apropiadas. Además de proteger contra influencias externas, el aislamiento también contribuye a mejorar la funcionalidad y las propiedades mecánicas, térmicas o eléctricas de los componentes y a alargar su vida útil. Para evitar que se produzcan burbujas de aire en el material, este se debe preparar, alimentar y encapsular aplicando vacío. 

Para aislar las piezas electrónicas sometidas a grandes esfuerzos, como por ejemplo los transformadores, las bobinas de encendido, las bobinas de choke o los condensadores, estos deben encapsularse por completo con resina de moldeo. De esta forma, los bobinados quedan protegidos contra las influencias nocivas del medioambiente tales como el calor, la humedad, las vibraciones o la suciedad, aumentado así la vida útil y fiabilidad de las piezas. Además se optimizan con ello la funcionalidad y las propiedades de las piezas. En función de la especificación de requisitos, las resinas de moldeo empleadas aportan mayor estabilidad mecánica, optimizan la disipación de calor o fomentan la rigidez dieléctrica o la estabilidad térmica de los componentes. Por tanto, garantizan una alta fiabilidad de funcionamiento. Para evitar la formación de burbujas de aire, las cuales pueden mermar las propiedades eléctricas de las piezas, se suele recurrir al encapsulado en vacío. 

Propiedades óptimas

Los productos bobinados se emplean tanto en el sector de la aeronáutica como en la tecnología médica o en el sector militar. Otros campos de aplicación son la tecnología energética (palabras clave: aerogeneradores y fotovoltaica), los sectores de la electrónica y electrotecnia así como el sector de la automoción. En vista del creciente uso de vehículos híbridos y eléctricos, los productos bobinados también van cobrando más importancia en el sector de la movilidad eléctrica.

Para el aislamiento de estas piezas se emplean, en función de la aplicación y de los requisitos, materiales con propiedades muy diversas. Algunos de los criterios que se deben tener en cuenta a la hora de seleccionar el material apropiado son, por ejemplo, la capacidad de fluidez, el tipo de endurecimiento, el coeficiente de dilatación térmica, la reducción de volumen o la resistencia contra fisuras tras el curado del material.

Protección contra la caída de tensión y la corrosión

Para los productos bobinados y las piezas con cavidades finas o destalonamientos, el encapsulado en vacío es frecuentemente la única posibilidad para obtener resultados fiables así como una larga vida útil y funcional de las piezas. Sobre todo en componentes de gran rendimiento o relevantes para la seguridad, las burbujas de aire que pudiesen permanecer en el material de encapsulado o en las microcavidades de los bobinados de cable pueden plantear enormes dificultades. Estas no solo condicionan la rigidez dieléctrica, sino que también pueden causar la corrosión de la pieza por motivos de humedad. Para garantizar que durante el proceso de encapsulado no se formen burbujas de aire, la preparación, la alimentación y la dosificación deben realizarse aplicando vacío.

Ya durante la preparación y la alimentación del material se puede eliminar por completo el aire que pudiese haber en el material de encapsulado mediante la desgasificación por membrana. Un agitador hace circular el material de forma continua, favoreciendo con ello la desgasificación en el envase de vacío. Gracias a esta agitación constante, las burbujas de aire que pudiesen quedar ascienden por el material. En la zona de contacto entre la superficie del material y el vacío, las burbujas de aire estallan y, por consiguiente, son eliminadas del material de encapsulado.

Es muy importante que durante el proceso de encapsulado se eliminen incluso las burbujas de aire más pequeñas de los bobinados de cable finos. Para ello primero se aplica vacío en la cámara de encapsulado y se rellena la pieza con la resina de moldeo ya preparada. A continuación, mediante una ventilación intermedia breve o un breve aumento de presión, el material de encapsulado es presionado, en contra de la tensión superficial, aún más en las pequeñas cavidades de los bobinados. Para rematar, un encapsulado final garantiza que el material sea repartido de forma homogénea en la pieza. 

CONSEJO: No todas las piezas son aptas para reducciones de presión altas. Aunque generalmente los productos bobinados suelen ser poco sensibles, el aire encapsulado en un condensador puede provocar que la pieza reviente en caso de haber presión negativa. Por ello el vacío debería ajustarse específicamente y de antemano a la correspondiente tarea.

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